¿Qué hacer cuando acabamos de tener un accidente de tráfico?

¿Qué hacer cuando acabamos de tener un accidente de tráfico?

¿Qué hacer cuando acabamos de tener un accidente de tráfico?

Los actos que realicemos instantes después de la ocurrencia de un accidente de tráfico, en el que hayan resultado daños personales o únicamente materiales, serán determinantes a fin de garantizar el éxito de nuestra reclamación. Estos son algunos consejos que debemos tener en cuenta.

Si el accidente, colisión, atropello, salida de vía, etc., ha sido muy fuerte, y hay heridos de gravedad, siempre hay que llamar al 112. Esto parece obvio, pero en ocasiones los nervios nos juegan una mala pasada, y nos paralizan, anulando una reacción rápida y lógica. Esta llamada se ha de efectuar con seguridad, es decir, evitando que al utilizar el móvil vayamos a provocar otro accidente, por estar nosotros en medio de la calzada u otro motivo. Antes de salir del vehículo debemos ponernos el chaleco reflector, siempre que podamos, ya que además es una obligación vial y puede acarrear sanciones. Igualmente tendremos que señalizar el obstáculo que crea nuestro vehículo (o sus elementos) en la calzada, situando debidamente los triángulos de señalización de peligro que debemos llevar en nuestro vehículo.

Inmediatamente, deberemos socorrer a las víctimas, dentro de nuestros conocimientos de primeros auxilios, y recordando que, si la víctima ha podido sufrir lesiones en la cabeza, cervicales o espalda, no debemos moverla, salvo que tengamos que evitar un mal mayor (que el vehículo esté ardiendo, y puedan sufrir más daños, etc.).

Siempre que haya heridos graves, además de solicitar asistencia sanitaria urgente, tendremos que solicitar la intervención policial y la elaboración de un atestado por la Policía Local correspondiente al municipio del lugar del accidente, o por la Guardia Civil de Tráfico, en caso de que se trate de vías no urbanas (nacionales, regionales, autopistas, etc.). En principio, con la llamada al 112 han de coordinarse tanto la asistencia médica, como la policial, no obstante, quizá no sea así, por lo que, si conocemos el teléfono de la policía o guardia civil, es aconsejable llamarles también directamente. Esto es imprescindible, porque la elaboración de un atestado determinará las causas del accidente, y qué conductor o implicado resulta responsable del mismo. Además, si alguno de los conductores implicados conducía bajo los efectos del alcohol o las drogas, sólo la autoridad policial podrá realizar las pruebas necesarias para determinar su grado de afectación en la conducción.

Para que la autoridad policial pueda elaborar correctamente el atestado, los vehículos no deben moverse de su posición final, salvo excepciones (evitar un mal mayor).

En caso de que el accidente sea leve, sin lesionados, o con lesionados leves, los conductores deberán rellenar y cumplimentar la llamada «declaración amistosa de accidente» (hay que llevar siempre una en la guantera, y un bolígrafo que escriba), consignando los datos personales de los conductores y asegurados, la aseguradora de cada vehículo y su nº de póliza, y todas las circunstancias del accidente en su lugar correcto (hay diferentes recuadros para indicar la maniobra que realizaba cada vehículo). También conviene dibujar un croquis y expresar las observaciones necesarias para que quede bien clara la responsabilidad en el accidente, y las indicaciones de dónde están los daños en cada vehículo. Si hay disconformidad en las versiones, cada conductor debe consignar la suya, pero conviene llamar a la Policía, ya que ayudará a rellenar la declaración, e incluso puede que elabore atestado o parte de incidencias en el que el que se reflejen datos significativos. Digo «puede» porque si no hay lesionados, o estos son muy leves, la policía no suele intervenir. Es importante no olvidar expresar los datos del conductor del vehículo adverso, la matrícula (sin equivocarnos en los números) y su aseguradora y número de póliza a efectos de la reclamación. También es muy importante indicar la existencia y datos de los testigos, y si han resultado lesionados o daños en otros bienes. Nunca viene mal tomar unas fotografías con el móvil, del lugar del accidente, la señalización vial para cada vehículo, los daños de los vehículos, etc.

Si se trata de una colisión múltiple, habrá que elaborar tantas declaraciones como colisiones hayan habido, aunque en el reverso de cada declaración también hay que consignar los datos de esos terceros vehículos. En las colisiones múltiples siempre conviene llamar a la policía.

Puede que el conductor del vehículo contrario no quiera cumplimentar la declaración amistosa, e incluso se muestre agresivo. En ese caso, tendremos que llamar a la policía, evitando enfrentarnos. Si vemos que se va a marchar del lugar del accidente, no olvidemos cogerle la matrícula, e incluso hacer alguna fotografía, y llamar inmediatamente a la policía. Puede que haya cámaras de seguridad en la vía pública, por lo que deberíamos solicitar las grabaciones cuanto antes, porque éstas se van borrando cada poco tiempo.

Es habitual que el conductor adverso manifieste que en ese momento no puede rellenar la declaración amistosa (porque tiene prisa u otro motivo), y que pretenda quedar más tarde en otro lugar. Esto no es aconsejable, porque puede suceder que no se presente, y entonces no tendremos prueba alguna de la ocurrencia y causas del accidente. Si se quiere ausentar, nuevamente el consejo es llamar a la policía y anotar la matrícula, hacer fotografías con el móvil, etc.

En siguientes artículos, iremos complementando otros aspectos de los accidentes de tráfico, importantes para el éxito de nuestra reclamación a fin de ser debidamente indemnizados.

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